Jesucristo dentro de su periodo en la tierra fue catalogado como un personaje revolucionaria, que no seguía las leyes, que en ese entonces era acto grave de violarlas, ya que se consideraban como pilar esencial dentro de la relación hombre y Dios.
Jesús, llego a quebrantar estas leyes en
ciertas ocasiones e inclusivo permitió y defendió a sus discípulos cuando no
siguieron las leyes religiosas. Siempre y cuando para hacer actos de bondad que
en ese entonces eran consideradas faltas (tocar leprosos y cadáveres, no
descansar los sábados, no practicar ayuno en días fijados, comer con pecadores)
y llego a corregir la ley de ese entonces sobre privilegios de hombres sobre
mujeres.
"Los ciegos ven y los rengos andan,
los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y a los
pobres se les anuncia la buena noticia" (Mt 11,5 par).
Se dice que de los pobres será el reino de
los cielos, hablando de personas que de verdad durante su vida terrena tuvieron
una vida difícil y con necesidades. Y Jesús invita a los pobres de espíritu
(con quizás mayores riquezas, pero con un corazón pobre y triste) a darlo todo
a los que lo necesitan; Jesús invita a desprenderse de los bienes materiales,
para poder entrar limpios y puros al banquete del Señor.
La nueva sociedad, en donde Jesús es
reconocido como hijo de Dios; en esta creencia no hay ningún tipo de marginar hacia nadie, en donde se invita a la igualdad, ya que todos estamos hechos a imagen y semejanza de nuestro padre Dios. En donde también se basa en
proclamar el reino Divino de los cielos, fraternidad y en ser solidarios por
medio de nuestros actos.
Se puede resumir que Jesús, fue una imagen de originalidad (al venir del padre, al ser la representación de Dios Padre en la tierra, el no tiene comparación) radical (por su entrega y pasión, al dar su vida para salvarnos del pecado original) y su coherencia.
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